sábado, 1 de diciembre de 2007

LLEGARON LOS 56...





¡ E
NTONCES... RECIBÍ EL MEJOR REGALO DE MI VIDA¡






DE JULIA Y LUCÍA.

















viernes, 23 de noviembre de 2007

COMING HOME










Un día es un día y llegó, espléndido como el de la llegada, sensaciones
maravillosas para el cuerpo como el que me brindó el tuyo y ahora, quizás, este listo para devolvértelas todas...

Nunca, como desde hace años,
el verde penetra en los ojos, los aromas, aromas viejos de infancia y adolescencia retornan en un paisaje diferente, sin embargo siendo los mismos tienen otro sentido, el de no pertenencia. Nos rodeamos de las cosas que en nuestra infancia nos marcaron como huella indeleble, nos hicieron crecer, nos acompañaron y no abandonan.




¿Porqué? Que diferencia hay entre un “yanki” y yo cuándo rodeados de los mismos aromas reconocibles para ambos ¿nos comportamos y sentimos de formas diferentes? que sentiría uno de ellos allá en el paisíto, en sus costas o en los montes de pinos y eucaliptos.








Como hacer, que somos y que queremos, son las preguntas. Fernando vive aquí pero no está quizás en este lugar, el suyo está muy lejos, embotelló el aroma, se sumergió en la familia, habla como “yanki” , siente en castellano o a esta altura en ambos.




Los días nos acompañaron en una búsqueda inconclusa, sin saber mucho del otro, solo intuyendo, observando sus rutinas, sus viajes de ida y vuelta ¡que lindo
y que extraño es todo! no encuentro palabras para encontrar respuestas a preguntas no pronunciadas, que dejan un espacio en algún lugar, quizás, en el del alma.


Está, eso sí, la música que da sentido y color a su vida,
su familia con la cuál suplió toda su vida fuera,
rodeados de confort
que “te gana”, te embruja y te deja en estado de alerta, te hace pensar en una charla de verdad sobre como sentís, que esperás de la vida o simplemente no esperar nada y ahí está la clave, transitarla, sorberla como estos días de caminata, bicicleta, aire llenando nuestra consciencia y nuestros pulmones.del placer que dan los días, el largo camino que rodea el Missippi, la vida tan diferente e igual de corta.



Hablé con Fernando por segunda vez desde el aeropuerto, la voz se tornó ronca, se cortó, pareciéndose a esas nubes que nublan la vista desde el
avión.
Retornan a la memoria los momentos vividos, los
paseos, sus gentes y sus casas de lujo, las de colores empobrecidos por el tiempo, las huellas del huracán.




Aquella mujer, los pies hundidos en el agua,
los vapores del motor detenido y en su cara
el desánimo por la tormenta, la desesperación
o aquellos muchachos voluntarios reconstruyendo
los desastres provocados por la inundación,
la niña negra fotografiada en el festival y el
beneplácito paterno, aquellos senos blancos

que amamantaban sin rubores bajo la camisa negra,


sombreros multicolores, leyendas de más "diques"
y menos guerras, el sonido de los vientos,

saxos, clarinetes y trombones,
repiques de tambores que traen consigo

resonares ancestrales de mas allá del Atlántico,
alma y raíz del jazz obligadamente traídos

por el esclavizador blanco
y de aquel desprecio y el de hoy,
mira, considera, aplaude y baila a la vez
porque eso tiene la música, iguala a negros y blancos,
ricos y pobres, explotados y explotadores,
más saxos, más trombones, más trompetas,
que no toquen llamadas de guerra,
que acaben con la desigualdad,

para eso necesitamos mucho pero mucho JAZZ
como en las calles y plazas del French Quartet...
estallaba la música en todos lados.

O.D.G.










lunes, 19 de noviembre de 2007

POESÍA PARA ARMAR.


tiempos históricos,
memorias que no olvidan
tactos con otros cuerpos
políticos
juntos en la utopía
hermosa compañera y única
ventura de lo posible
hecho en un grito
ronco y profundo
dónde no cabe uno
sino que se hacen
patria libre o morir
sueños éticos de seres íntegros,
posibles espacios amplios
de libertad corren hoy
viva la libertad rotas las cadenas
unidos por la voluntad

años de buscarnos
la savia de tus besos
desmantelados y absurdos
compromisos tibios
de creernos congregados
soy el que no espera
acuarela borrosa
que ya no se oye
como aquello perdido
arden las tumbas dos extranjeros y parias
sabiendo que es la espera
grandiosa
para no reconocernos
por nuestras venas cansadas
y suelta tu agua
de no abrazarnos.


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viernes, 16 de noviembre de 2007

DESPEDIDA


Despedida


Entre mi amor y yo han de levantarse
trescientas noches como trescientas paredes
y el mar será una magia entre nosotros.

No habrá sino recuerdos.
Oh tardes merecidas por la pena,
noches esperanzadas de mirarte,
campos de mi camino, firmamento
que estoy viendo y perdiendo
Definitiva como un mármol
entristecerá tu ausencia otras tardes.

J.L.B.

Si la claridad te hablara



Al borde de tu comarca
Dónde terminan las huellas
Ahí se encuentra mi alma.
Porque no lo veo claro
Porque todo suena a silencio,
Es que me quedo sentada
Como esperando algún viento.
Y en esa incierta espera
por ver si se disipa la niebla
yo te pediría algo, amigo-compañero
si vieras nuestro camino
si la claridad te hablara
no esperes a compartirlo
porque a pesar de la bruma
si extiendes tu mano
verás que estoy a tu lado.

J.K.

fotoS:

jueves, 15 de noviembre de 2007

Casi Juicio Final

Mi callejero no hacer nada vive y se suelta por la variedad de la
noche.
La noche es una fiesta larga y sola.
En mi secreto corazón yo me justifico y ensalzo.
He atestiguado el mundo; he confesado la rareza del mundo.
He cantado lo eterno: la clara luna volvedora y la mejillas que
apetece el amor.
He conmemorado con versos la ciudad que me ciñe
y los arrabales que se desgarran.
He dicho asombro donde otros dicen solamente costumbre.
Frente a la acción de los tibios, encendí mi voz en ponientes.
A los antepasados de mi sangre y a los antepasados de mis
sueños
He exaltado y cantado
He sido y soy.
He trabado en firmes palabras mi sentimiento
que pudo haberse disipado en ternura.
El recuerdo de una antigua vileza vuelve a mi corazón.
Como el caballo muerto que la marea inflige a la playa, vuelve
a mi corazón.
Aún están a mi lado, sin embargo, las calles y la luna.
El agua sigue siendo grata en mi boca y el verso no me niega
su música.
Siento el pavor de la belleza; ¿quién se atreverá a condenarme
si esta gran luna de mi soledad me perdona?

J.L.B.

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martes, 4 de septiembre de 2007

Memorial Des-Aparecidos

APUNTAN AL CARDENAL EN EL JUICIO A VON WERNICH
El silencio de Jorge Bergoglio
“¿Dónde está Bergoglio? ¿No tiene una palabra que decir sobre este juicio?”, preguntó la testigo Estela De la Cuadra en el tribunal que juzga al ex capellán de la Bonaerense por delitos de lesa humanidad.


“El silencio de Bergoglio es atronador y vergonzoso. ¿Dónde está Bergoglio? ¿No tiene una palabra para decir sobre este juicio?” Estela de la Cuadra fue la primera testigo del día en el juicio oral al ex capellán Christian von Wernich. Ella es hermana de una desaparecida que durante su cautiverio dio a luz una niña que todavía sigue sin aparecer. En su testimonio, De la Cuadra habló del ex capellán de policía, ratificó su presencia entre los detenidos, pero apuntó a una gestión de Bergoglio y cuestionó el silencio de la cúpula de la Iglesia sobre el caso.

“Ese silencio de Bergoglio me indigna –volvió a decir–, ¿acaso no tiene nada que decir sobre este juicio?”
El extenso relato de la testigo podría dar lugar a un pedido de testimonial para el arzobispo de Buenos Aires, según fuentes de la acusación. Pero aunque estarían dadas las condiciones jurídicas para que el pedido prospere, las mismas fuentes lo consideran poco probable. Desde la querella hasta los fiscales creen que se descartará porque probablemente el arzobispo no hable de lo que hasta ahora no habló.
De la Cuadra fue la persona del juicio de La Plata que mencionó al arzobispo entre los ejes de su relato. No es la primera vez que lo hace, había descripto su gestión en el Juicio por la Verdad de 1999. Lo que cambió ahora es el escenario que parece potenciar sus palabras.
La mujer es hermana de Elena de la Cuadra, secuestrada en la Comisaría Quinta en 1977 con cinco meses de embarazo. Estuvo detenida ahí con su marido Héctor Barati y dio a luz a Ana Libertad, una niña que luego fue entregada a una pareja de apropiadores.
La Comisaría Quinta era parte de los centros del circuito Camps de la provincia de Buenos Aires, y uno de los centros frecuentados por Von Wernich. En las audiencias anteriores, otros testimonios habían confirmado ese secuestro y la relación de Von Wernich con el nacimiento. Uno de los testigos fue Luis Velasco, compañero de celda de Barati y por quién supo que la niña nació el 16 de junio de 1977. El contó una discusión de Barati con Von Wernich después del parto, cuando el cura visitó los calabozos e intentó convencerlos de que debían sufrir torturas por los daños a la Patria. Velasco contó, y ayer lo confirmó Estela de la Cuadra, que en ese momento Barati le preguntó al cura qué era lo que tenía que pagar su hija que tenía días de nacida y el sacerdote respondió que “pagaba por lo que habían hecho sus padres”.
Así, ella habló de Bergoglio. En octubre de 1978, dijo, dos de sus hermanos exiliados en Italia “tomaron contacto con el capitán de los jesuitas, Pedro Arrupe, que los derivó a hablar con el sacerdote Jorge Bergoglio”. A mediados de 1978, Bergoglio era responsable de los jesuitas y estaba en un encuentro de Brasil. Los padres de Estela lo vieron cuando regresó del viaje y él los derivó a su vez con otro, el salesiano Mario Picchi.
Picchi fue otro personaje oscuro de la Iglesia. Nombrado obispo de Venado Tuerto por Paulo VI en abril de 1977, había permanecido hasta ese momento como obispo auxiliar de La Plata, tierra del entonces obispo Antonio Plaza. En octubre del año pasado, la fiscalía federal de La Plata ordenó su detención por la desaparición de dos matrimonios secuestrados en la Brigada de Investigaciones de La Plata, pero la orden no se cumplió porque el obispo ya estaba muerto.
En aquella época, tras una primera reunión con los padres de De la Cuadra, Picchi se encontró con el subjefe de la Policía Reinaldo Tabernero y luego les contó a los padres que el policía le confirmó que habían entregado a Ana Libertad a una pareja que no podía tener hijos y que lo de “Elena y Barati era irreversible”.
Entre sus compañeras de celda estuvo Adriana Calvo, otra de las testigos de ayer que causó estruendo en la sala. Calvo pasó por varios centros de detención y dio a luz a una niña en un coche mientras la trasladaban de un lugar a otro. Ella es parte de la Asociación de ex Detenidos Desaparecidos y una de las que pide la unificación de las causas para agilizar juicios, condenas y proteger a los testigos. Lleva quince testimoniales en distintos juicios; uno de ellos el año pasado con Jorge Julio López en el juicio a Miguel Etchecolatz. En ese marco pidió “hacer un juicio por centro clandestino contra todos los represores y por todos los compañeros” porque si se realizara uno por año “se tardarían 29 años para juzgarlos”.
En la sala ayer presentó un informe con el denominado circuito Camps, con los 29 centros clandestinos ubicados en nueve partidos del conurbano y La Plata. De acuerdo con los testimonios, dijo, Von Wernich fue reconocido en siete de esos centros. En ese sentido cuestionó el número de causas que se le imputan: el juicio de La Plata investiga 53 casos, explicó, aunque son 245 los denunciados. Los querellantes tomaron nota porque ésa es una de las preocupaciones por la cantidad de casos por los que el cura puede ser acusado. Por decisión de la Justicia de La Plata, la causa de Ana Libertad por “supresión de identidad” tramita aparte.

fotoS:

domingo, 26 de agosto de 2007

Des-Aparecidos


Habían pasado treinta años, desde que Luis, con sus veinte inviernos, fue secuestrado por las fuerzas represivas de la dictadura militar argentina que se enseñoreó del país allá en el lejano 1976.Treinta años transcurrieron desde aquel frío 7 de julio del ’77 en que lo tiraron en el suelo de un coche, le pisaron la cabeza, lo llevaron a Arana, la casa de torturas, y le dieron como en la guerra.

Luego, sin ninguna explicación, fue liberado al cabo de treinta días de sufrimiento.

Luis aterrorizado, sobre todo por la ilógica lógica que reinaba allí, partió al exilio.

Hoy Luis tiene 50 vividos años.

Y dos hijos, Martín de 20 y Pablo de 17.

Los ve tan chiquitos.

Tan inocentes.

Que le cuesta creer que a su edad él se estaba enfrentando a las bestias de la patota, iniciando un exilio duro, planteándose qué hacer con esta vida de adulto tempranamente anunciada.

Son otras épocas, se responde, y los quiere.

Los quiere de manera irrefrenable.

De una forma tal que no tiene palabras para explicarlo.

Luis salió, pero hubo varios que se quedaron en las mazmorras para siempre.

Luis se sintió siempre hermanado con ellos y se visualizó como una especie de protagonista de tragedia griega, enfrentado a su destino de testimoniar siempre sobre la barbarie vivida, de ser la voz de los que la perdieron para siempre.

Pero al igual que en la tragedia griega, Luis hacía uso de su libre albedrío de elegir declarar. Podría haber optado por no hacerlo, pero entonces nunca más hubiera podido dormir tranquilo.

Testimonió en tantos sitios que ya se le enredaban en la memoria.

Conversando con compañeros ex desaparecidos, todos hacían referencia al mismo tema, cada declaración es como la primera vez que se relata, se revive todo, se vuelve a sentir miedo, odio, impotencia, se recuerda a los compañeros que ya no están, se viven de nuevo sensaciones compartidas, te emocionás, llorás, querrías que todo esto no hubiera pasado nunca.

Nunca.

Treinta años pasaron desde aquellos acontecimientos.

Treinta años de impunidad.

Treinta años de ver a los torturadores paseándose por la calle.

. . .

Ya todos los protagonistas tenían muchos años, las madres de la Plaza de Mayo se morían de viejas, sin ver satisfechos sus pedidos, se había realizado el juicio contra Miguel Etchecolatz, jefe del la patota de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, se lo había condenado a cadena perpetua.

Etchecolatz tenía ya 70 años.

Pero algo es algo, se decía Luis.

Ahora venía el juicio contra el cura Christian von Wernich.

Luis resistió las presiones familiares que le pedían que por favor no declarara más. Que pensara en sus hijos.

Luis pensaba en ellos.

En la idea que se estaban forjando de su padre.

Y ni por un momento dudó de testimoniar.

Por otra parte, la existencia de los juicios daba la oportunidad de cerrar un ciclo. No de olvidar, pero sí de dejar de testimoniar siempre, en cualquier lado.

Ocurrió un hecho que lo cambió todo.

El día en que se iba a leer la sentencia contra Etchecolatz, Jorge Julio López, un albañil de 75 años, principal testigo contra Etchecolatz, desapareció.

Desapareció y desapareció.

Nunca más se supo de él.

El desasosiego, el temor, el horror se apoderó de toda la gente que venía luchando contra la impunidad, por la justicia, en el medio de un país que mayoritariamente quería pasar del tema y que no se hablara más de toda esta historia que a los que la vivieron les traía mala conciencia y a los que no la vivieron les parecía muy lejana.

. . . Los periodistas preguntaron si con el peligro que corría igual iba a ir a declarar, Luis contestó que por supuesto y que esto lo hacía por su compromiso con los compañeros muertos y con sus hijos, y aquí se emocionó y se largó a llorar.

Al ratito lo llamó su primo Jorge, le dijo que le quedaban 5 minutos en una tarjeta telefónica, que llamaba para decirle que lo había hecho llorar.

El mail empezó a vomitar mensajes de personas que lo habían escuchado y querían mostrarle su solidaridad.

Luis se sentía extraño al estar en el centro de la noticia.

Se sintió solo. Muy solo.

Se volvía a sentir un exiliado, solo que esta vez él con un puñadito más.

Ya no podía hacer su más o menos anual viaje a la Argentina, a ver a los amigos, a beber de las fuentes de su ser, a comer asados y pizzas, a pasarlo bien.

. . . Luis pensaba en Licha.

Fundadora de Abuelas de Plaza de Mayo.

Suegra de Baratti.

Luis testimonió el nacimiento de su nieta en cautiverio.

Ana Libertad.

Licha con 90 años tenía una fuerza impresionante.


. . . El futuro eran sus hijos, Martín y Pablo, a quienes si bien no habían criado en un argentinismo clásico, habían mamado el amor por la tierra, y una historia dura y triste, pero también llena de ilusiones y de compromisos éticos, tan escasos en los tiempos que vivíamos.

Ellos se merecían una patria mejor.

Sin impunidad para los asesinos y torturadores.

Una patria en donde los perseguidos no tuvieran que andar con la cabeza gacha.

Un país más justo, solidario y

leal.

Ellos tenían derecho a tener un padre, que con miedo y angustias decidía seguir cumpliendo con su deber y ser parte minúscula de esta historia semiolvidada pero que para Luis y varios miles de argentinos más era parte de sus entrañas.

Pero a Luis todo lo que ocurrió le enseñó mucho.

En primer lugar las muestras de solidaridad desde la Argentina, los amigos de siempre, su prima Andrea que enferma lo llamó para invitarlo a su casa cuando fuera a declarar, amigos y conocidos con los cuales no tenía contacto desde hacía 30 años. Su primo Jorge, para decirle: –Boludo, me hiciste llorar.

Su tía, con quien pudo hablar después de un tiempo y superando su miedo atroz le dijo que recordaba el poema de Kipling, “Si”, y le decía que él era un hombre y que ella (por primera vez) quería ir a escucharlo cuando declarara.

Y el recuerdo débil pero omnipresente de su madre, fallecida hace unos pocos años, en España, lejos de su La Plata natal, que él sabía que dijera lo que dijera se sentiría orgullosa de su hijo.

. . . seguro a soportar la anunciada provocación de la defensa del cura que amenaza con “meterlo preso por falso testimonio”.

Se acordaba de la soberbia del cura cuando entraba en las celdas y decía su nombre, dónde tenía la parroquia y defendía sin pudor la tortura, el asesinato y aconsejaba a los detenidos la colaboración con las fuerzas represivas.

Ahora el fin de toda esta historia parecía cercano.

Se iba a juzgar al cura.

Se enfrentaba a su destino.

Con miedo.

Pero también con la certeza de hacer lo que debía.

Ya vendrían tiempos mejores.

* Testigo en el juicio contra Christian von Wernich.


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lunes, 21 de mayo de 2007

Tormenta




Me importas
como importa que el brote crezca en su tallo;
como importan las cosas más simples y bellas:
…un lápiz en la mano en el momento adecuado
…un pincel cargado en noche de inspiración
…un beso eterno cargado de amor…

Me importas
como suelen importarles un atardecer a los ojos de un anciano.
Me importas como lo hacen los crayones de colores en las manos de una niña.
me importa tu alma, tu voz y tu aliento,
el eco de tus pasos cuando estas por llegar,
la sombra de tus besos y caricias cuando estás ausente.
te soy, incluso antes de querer serte.
desde hace un tiempo, desde hace Tiempo.

Dulce, intenso y profundo compañero.
Ojalá tengamos buen viento.
Ojala reguemos la misma tierra
Ojalá nos despierte juntos el mismo sol.

Brindo porque nos estremezcamos abrazados en las noches de tormenta, VOS y YO.

J.K.

fotoS:

miércoles, 21 de febrero de 2007

TRíADA III

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TRíADA II

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TRíADA I

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viernes, 5 de enero de 2007

Cartitas.


Por Rodrigo Fresán
Desde Barcelona

UNO ¿Cómo empezar? ¿Mis Queridos Soberanos? ¿Mis Altezas Supremas? ¿Mis Todopoderosos Monarcas? ¿Mis Mágicos Reyes? Señorita, por favor, venga que tengo que dictarle una carta urgente...

DOS Puesto a creer –y a diferencia de lo que ocurre con cualquier otra especie habitante de este planeta– el ser humano cree en cualquier cosa. Cree en que Saddam estaba involucrado en los atentados del 11 de septiembre del 2001, en la santidad instantánea de Juan Pablo II, en que Madonna es una artista transgresora o en que todas las noches del día 6 de enero tres reyes persas y estudiosos de Zoroastro salen –en plan inmortales highlanders– a repartir regalos a niños que se portaron bien, para recordar así la estela de una estrella a la que muchos astrónomos identifican hoy como a una conjunción de Júpiter, Saturno y Venus, y a aquel otro que hace tanto tiempo visitaron en Belén y acabó siendo tan pero tan famoso. Algunas versiones –la Biblia no es clara en esto– aseguran que fueron cuatro. Desde aquí, humildemente, no me pregunten por qué, propongo que el cuarto rey mago –luego de Gaspar, Melchor y Baltasar– se llame George Clooney. Y que sea el que trae las bebidas, invita a las chicas y todo eso. Un mago este Clooney.

TRES Queridos Reyes Magos: este año les pido que me traigan a un guardia civil que se lleve lejos a papá porque se la pasa pegándole a mamá. En el noticiero de hoy vi y escuché que en España, durante el 2006, murieron 68 mujeres a manos de sus parejas, ocho más que en el 2005 (todavía estoy esperando el guardia civil que les pedí el pasado 6 de enero) y lo cierto es que papá está cada día más nervioso y grita cada noche más fuerte y...

CUATRO Duda: de acuerdo, oro (que algunos estudiosos dicen que, en realidad, no era un metal sino un eufemismo para designar a un medicamento milagroso seguramente cultivado y refinado por George Clooney)... pero para qué cuernos el incienso y la mirra. Hay versiones que aseguran que María y José vendieron todo eso rápido para financiar la huida a Egipto. Y otras dudas más: ¿cómo se llamaban los camellos? ¿Se los puede alimentar con comida transgénica? ¿Es verdad que las cartitas del pequeño Proust –quien siempre se iba a la cama temprano y nunca dejó de creer en los Reyes Magos, porque le encantaban los nobles– tenían un promedio de 200 páginas?

CINCO Leo que Marco Polo aseguró que, en uno de sus viajes, al sur de Teherán, le mostraron la tumba de los tres Reyes Magos y que sus cuerpos estaban rozagantes e incorruptos. Pero se sabe que Marco decía cualquier cosa, aunque, curiosamente, no haga mención alguna a George Clooney. Otros aseguran que los huesos de los soberanos viajeros yacen en la Catedral alemana de Colonia luego de haber sido descubiertos por Santa Helena y pasar por Palestina, Constantinopla, Milán y, tal vez, Guantánamo. Están los que dicen que, luego de la epifánica adoración, se fueron a vivir a la India. Pero no lo veo ahí a George Clooney. Yo diría que los tres Reyes Magos hoy viven en Hollywood y son productores de cine y tienen casas muy grandes a la vuelta de la de George Clooney y alguna vez se dijeron: “¡Ya sabemos cómo podemos continuar la historia de Santa Claus! ¡Más regalos! ¡Una semana después! ¡Y tres actores en lugar de uno! ¡Ocean’s Three!”

SEIS Zapatero les había pedido a los Reyes Magos un lindo y tranquilo proceso de paz, pero está visto que los Reyes Magos leyeron antes la cartita de otro que les pedía exactamente lo contrario. Y no se puede complacer a todos: los Reyes no son Magos y así –horas después de que el presidente de gobierno asegurara que todo va bien y que iba a ir aún mejor– todo fue muy mal y promete ir peor. Iberia tuvo la coartada perfecta para, por unas cuantas horas, justificar sus habituales retrasos. Y ya nadie habla de lo de Air Madrid. Se entiende que los Reyes Magos y sus camellos lleguen a Barcelona en barco y no en avión. Los aeropuertos españoles son, por lo general, territorio de Herodes donde todos somos como niños indefensos.

SIETE Paradoja de los Reyes Magos: cuando niños somos los crédulos súbditos que reciben regalos y, al crecer, nos convertimos en Reyes Magos esclavizados por nuestros hijos. Los reyes son los padres, de acuerdo; pero son, siempre, reyes depuestos, derrocados, exiliados para siempre de sus propias infancias. Y tan pero tan felices.

OCHO Según los Evangelios Apócrifos, al crecer el niño Jesús siempre se portó bastante mal. Hacía milagros raros, mataba a compañeritos que le caían mal. A uno, si mal no recuerdo, lo convirtió en porcino. Lo que explica que los Reyes Magos jamás hayan vuelto a visitarlo. Aunque según la novela Ben-Hur, un Baltasar muy anciano regresa a Palestina para ver al hombre en el que se ha convertido aquel bebé. Entonces Jesús lo mira feo y le pregunta qué me trajiste y cómo es que no vino George Clooney.

NUEVE Semanas atrás, George Clooney apareció en la tapa de la revista ¡Hola! junto a Isabel Preysler. Parece que George Clooney fue contratado por una suma millonaria para ser la imagen de una firma española de azulejos o algo así y parte del asunto consistía en ser entrevistado por la Preysler (rostro oficial de la firma) y sacarse fotos con ella paseando por los jardines de su casa. Ah, la sonrisa de Clooney en esas fotos... La sonrisa de alguien que piensa: “No sé si existen los Reyes Magos, pero Dios seguro que sí. Y lo bueno es que Dios cree en mí. Mucho”.

DIEZ El sábado llegan los tres Reyes Magos y cabalgarán frente a miles de niños por las calles de Barcelona. Los tres Reyes Magos vendrán desde Oriente y, aun así, nadie les pedirá papeles y visados en regla y ahí hay una buen idea para película: comando de Al Qaida disfrazado que ve la luz y... Mientras tanto, en Beverly Hills, el regio George Clooney llorará un poquito la reciente muerte de su cerdo/hijo Max. Y, después, en seguida, de nuevo feliz como por arte de magia, saldrá a perseguir a alguna estrellita de moda para ofrecerse, en préstamo, por un rato, como el mejor regalo de todos. Y hasta es posible que, muerto el chancho, George Clooney pida y adopte un camello. Y a montar y repartir se ha dicho.


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