jueves, 30 de noviembre de 2006

Des-Aparecidos.Vuelo sin orillas.



Abandoné las sombras,
las espesas paredes,
los ruidos familiares,
la amistad de los libros,
el tabaco, las plumas,
los secos cielorrasos;
para salir volando,
desesperadamente.

Abajo en las penumbra,
las amargas cornisas,
las calles desoladas,
los faróles sonámbulos,
las muertas chimeneas,
los rumores cansados;
pero seguí volando,
desesperadamente.

Ya todo era silencio,
simuladas catástrofes,
grandes charcos de sombra,
aguaceros, relámpagos,
vagabundos islotes
de inestables riberas;
pero seguí volando
deseperadamente.


Un resplandor desnudo,

una luz calcinante
se interpuso en mi ruta,
me fascinó de muerte,
pero logré evadirme
de su letal influjo,
para seguir volando,
desesperadamente.


Todavía el destino
de mundos fenecidos,
desorientó mi vuelo
-de sideral constancia-
con sus vanas parábolas
y sus aureolas falsas;
pero seguí volando,
deseperadamente.



Me oprimía lo fluido,
la limpidez maciza,
el vacío escarchado,
la inaudible distancia,
la oquedad insonora,
el reposo asfixiante;
pero seguía volando
deseperadamente.



Ya no existía nada,
la nada estaba ausente;
ni oscuridad, ni lumbre,
-ni unas manos celestes-
ni vida, ni destino,
ni misterio, ni muerte;
pero seguía volando,

d e s e s p e r a d a m e
n t e.

______*
foto

miércoles, 29 de noviembre de 2006

Des-Aparecidos. Expiación


Allí,
bajo la tierra,
mas lejos que los ruidos,
que el polvo,
que las tumbas;
más allá del azufre,
del agua,
de las piedras;
allí,
en lo convulso,
dónde todo se parte,
dónde todo se funde,
en ígneo cataclismo,
en calcinante escoria,
en bullente derrumbe,
en mineral catástrofe;

allí, allí,
en cráteres
inestables,
voraces,
en fétidos apriscos,
en valles torturados;
allí,
en lo caótico;
sumido,
amalgamado
en una pasta informe,
viscosa,
putrefacta;
las lenguas carcomidas por vocablos hipócritas,
los pulmones que criban anhelos de serpiente,
las esponjosas manos embebidas de usura,
las vísceras heladas de batracios humanos,
los sexos que trafican disfrazados de arcángeles,
las vértebras roídas por rencores insomnes,
todo, todo
hacinado,
revuelto,
confundido,
en un turbio amasijo de infección
y de pústulas;
adentro del estruendo,
hundido en el abismo,
en una pira enorme
de expiación,
de exterminio.
Allí,en lo profundo,
debajo de la tierra.

lunes, 27 de noviembre de 2006

Des-Aparecidos




Cúbrete el rostro

y llora.

Vomita

¡Sí!

Vomita

largos trozos de vidrio,

amargos alfileres,

turbios gritos de espanto,

vocablos carcomidos;

sobre este purulento desborde de inocencia,

esta nauseabunda iniquidad sin cauce,

y esta castrada y fétida sumisión cultivada

en flatulentos caldos de terror y de ayuno.

Cúbrete el rostro
y llora...

pero no te contengas.

Vomita.

¡Sí!

Vomita,

ante esta paranoica estupidez macabra,

sobre este delirante cretinismo estentóreo

y esta senil orgía de egoísmo prostático:

lacios coágulos de asco,

macerada impotencia,

rancios jugos de hastío,

trozos de amarga espera..
horas entrecortadas por relinchos de angustia.
Des-Aparecidos -2-









*fotoS: